La alegría y las celebraciones parecerían estar por todas partes en época navideña. Sin embargo, hay personas que lo pasan mal y, aunque desde el punto de vista psicológico no existe una fobia puntual a estas fechas, algunos expertos hablan de la llamada “depresión de navidad”. Si bien este fenómeno no existe como tal en ninguno de los manuales que clasifican las enfermedades mentales, es cierto que se dan una serie de síntomas de depresión, como la tristeza o el sentimiento de soledad, que se potencian esta época del año. No es que las navidades sean tristes, sino que las personas con determinados cuadros depresivos o ansiosos son más vulnerables a sufrir estrés emocional debido al ambiente festivo y otros factores propios de estas fechas.

Para muchos la navidad no representa alegría ni felicidad, sino que es sinónimo de tristeza y soledad.

La “depresión de navidad” tiene muchas características que definen a la depresión común, por ello quien la padece experimenta sentimientos de tristeza y melancolía asociada a una visión negativa de la realidad que contrasta con la alegría que el sujeto encuentra a su alrededor, y ante la cual se sienten fuera de lugar.

Los factores que propician este sentimiento son:

_Nostalgia por la pérdida de los seres queridos, acompañada con una visión que impide participar de la fiesta al sentirse incapaces para valorar a aquellas personas y situaciones gratificantes que sí se encuentran a su alcance.

_Recuerdos de acontecimientos negativos pasados (tanto de navidades anteriores como los que sucedieron a lo largo del año) que ahora salen a relucir haciendo que el individuo considere desdichada su existencia.

_Sentimientos de soledad y añoranza de quienes se encuentran físicamente lejos de su familia y no es posible visitarlos en estas fechas.

_Desde una perspectiva socio- económica- cultural hay que destacar que el fomento del consumo predispone a que muchas personas se sientan abocadas a la depresión como consecuencia del contraste entre el falso cliché de felicidad que se divulga en la publicidad y que nada tiene que ver con la realidad que ellos sufren, ya no sólo de tipo económico sino de índole personal, existencial, laboral o de pareja entre otros.

Nochebuena, navidad, fin de año, año nuevo, reyes… los eventos son muchos. Asimismo, a los familiares que no han padecido depresión o ansiedad les cuesta comprender ya que para ellos son días alegres y no entienden o desconocen que estas fechas navideñas agravan los síntomas de las personas con trastornos del estado de ánimo.

Entre las actividades que en esta época generan estrés, y que contribuyen a la intensificación de la sintomatología de ansiedad, encontramos:

Realizar compras

Asistir a compromisos sociales

Tener excesos de gastos

Cansancio general y la saturación de fin de año.

La Asociación Argentina de Trastornos del Humor asegura que diciembre es “un mes especial” ya que mucha gente vive el paradigma de cierre como una fuente de estrés extra que, sumado al que habitualmente todos padecemos, tiende a desbordar los sistemas adaptativos del organismo y producir síntomas de ansiedad.

Hay personas con determinados cuadros depresivos o ansiosos, que son más vulnerables a sufrir estrés emocional durante estas fechas y su sintomatología se agrava. Son las personas que por ejemplo han perdido a un ser querido y están pasando un duelo, personas que afrontan procesos de separación o que tienen problemas económicos. Asimismo, cada vez más personas tienen familiares afuera, hay muchas que están solas…las situaciones de estrés empeoran los síntomas de todos ellos en estas fechas ¿por qué? Es fácil saberlo, si llevas una temporada triste y te ves obligado, bajo presión social, a participar de fiestas, a transmitir alegría, a poner buenas caras, a salir, es probable que sufras. Los sentimientos de tristeza se intensifican, sobre todo, en las personas con sintomatología de ansiedad y depresión que no asisten a ningún tipo de tratamiento (sea psiquiátrico o psicológico) Las personas que han asistido a consultas han aprendido a manejar emociones y saben mejor cómo afrontar los sentimientos que afloran en navidad.

Lic. Cynthia Córdoba – Psicóloga Cognitivo Conductual