Cuando hablamos de motivación indudablemente pensamos en aquello que impulsa nuestro comportamiento. Podemos comenzar diciendo que se trata del proceso que permite iniciar y mantener nuestras acciones.

 

Pueden establecerse dos tipos de motivaciones:

 

  1. las primarias, que serian aquellas relacionadas con las necesidades biologicas, como comer y dormir
  2. las secundarias, aquellas que adquirimos como resultado de un proceso de aprendizaje, como la busqueda de reconocimiento.

Podemos pensar a la motivación como la tendencia a acercarse a aquellos que nos brindarán gratificantes ya alejarse de aquellos que traerán consecuencias desagradables.

La motivación no es algo estático, una actitud o característica con la que se cuenta o no. Se trata de un proceso dinámico, es decir, que puede variar. Las variaciones pueden ser en cuanto a la intensidad, como también respecto a la calidad o tipo de motivación.

La disminución de la motivación puede impedir el logro de nuestros objetivos. Incluso tareas sencillas, pueden volverse difíciles de realizar.

Se han estudiado diversos factores que indican en el proceso motivacional, entre ellos podemos encontrar: las metas, las expectativas en relación a los resultados que se obtendrán y las creencias en relación a la propia eficacia para realizar determinadas tareas. Poder aclarar nuestras metas es una parte importante de dicho proceso, aunque muchas veces puede no ser suficiente.

 

Factores a considerar para mejorar la motivación:

 

  • Una vez aclaradas nuestras metas, definirlas de manera concreta puede ser de gran utilidad. Intentar establecer comportamientos específicos puede funcionarnos como una guía mas clara a seguir y permitirnos evaluar con mayor facilidad nuestro progreso.

 

  • Identificar las expectativas en relación a los resultados y el propio desempeño puede permitirnos quitar el foco de ideas poco realistas que nos conduzcan a la frustración. Orientar nuestras metas hacia el aprendizaje, priorizando el mismo, puede permitirnos aceptar el error y las dificultades, al considerarlas como parte del proceso.

 

  • A lo largo del recorrido hacia nuestras metas, recordarnos con frecuencia el porque buscaron en primer lugar comprometernos con determinado camino o curso de acción puede ayudarnos a mantener nuestra motivación.

 

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