Hace un tiempo no muy lejano el TOC era un trastorno poco conocido, de hecho se hablaba de TOC como la epidemia oculta.

El TOC, que sus siglas hacen alusión al Trastorno Obsesivo Compulsivo, es un trastorno mental caracterizado por dos componentes:

  • Las obsesiones, que hacen referencia a pensamientos, impulsos, imágenes o sensaciones que aparecen de forma intrusiva, recurrente y que además causan ansiedad o gran malestar
  • Las compulsiones, que son pensamientos mentales y / o conductuales, donde la persona intenta ignorar o suprimir estos, imágenes o impulsos (o sea las obsesiones), o bien neutralizarlos con otro pensamiento o acto a fin de disminuir el malestar o prevenir algún suceso temido.

Afecta a un 2,5 a 3% de la población general y su curso es generalmente crónico.

Según la OMS (Organización Mundial de la Salud, 1990) ocupa el 10mo lugar dentro de las principales causas de discapacidad. Si a esto le sumamos la alta comorbilidad con Depresión (que ronda alrededor del 60%) podemos darnos una idea del sufrimiento que tienen estas personas.

Un dato muy importante que hay que destacar, es que el período de latencia, o sea ese período entre el inicio de la sintomatología y el diagnóstico, a veces puede ser de hasta 17 años. Esto ocurre por varios motivos: terapeutas no entrenados para diagnosticar ni para tratar el TOC, y por el lado del paciente vergüenza, culpa, miedo y desconocimiento, pero tampoco hay mucha divulgación sobre la sintomatología para que la gente logre identificarlo y pedir ayuda.

Respecto al tratamiento, la Exposición con Prevención de Respuesta (EPR) es el tratamiento de elección o primera línea para el TOC e incluye dos componentes:

  • Exposición (EX): donde se alienta al paciente a situaciones de confrontar, ya sean estímulos internos o externos, que desencadenan los pensamientos obsesivos.

  • La Prevención de Respuesta (PR): tiene que ver con la indicación al paciente de abstenerse de hacer cualquier conducta o pensamiento que tenga el fin de prevenir o reducir cualquier consecuencia temida, o de aliviar el malestar producto de las obsesiones.

En un artículo publicado por Walter Baudou, Fernando García y Héctor Fernández Álvarez, los autores dicen que si bien la EPR cuenta con una respuesta inmediata del 40% al 75% en los pacientes tratados y está respaldado con grandes estudios de eficacia, sin embargo en la práctica clínica vemos algunos inconvenientes que ponen en riesgo u obstaculizan el tratamiento:

  • Tasas de abandono que rondan el 17%

  • Tasa de rechazo media del 15%

  • Muchos pacientes rechazan la intervención debido a lo aversivo de la técnica de exposición (más o menos del 30%)

  • Otros tienen obsesiones y no realizan compulsiones ni rituales (cerca del 10%)

  • Aparecen también problemas con la aplicación de la técnica (como por ej. Usar distractivos durante la exposición, dar reaseguro, fracasar al exponerlos al miedo nuclear, que se nos pasen por alto las compulsiones mentales, y ahora más que nunca la dificultad en pandemia de aplicar EPR a través de la pantalla.

Pero…. ¡La buena noticia siempre aparece!

Podemos ayudar a nuestros pacientes con la Terapia Cognitiva Específica para TOC, modelo propuesto por Amparo Belloch en el marco del Obsessive Compulsive Cognition Working Group (O-CCWG).

Usando esta estrategia de poner en 1er lugar el Modelo cognitivo podríamos bajar el nivel de resistencia del paciente al tratamiento con EPR ya su vez estaríamos trabajando en otros de los factores de mantenimiento del TOC que son las valoraciones y creencias disfuncionales.

La idea básica del Modelo propuesto por Amparo Belloch es que:

  • TODAS LAS PERSONAS TENEMOS PENSAMIENTOS INTRUSOS (PI). Entre el 80 y 95% de la población general ha experimentado alguna vez pensamientos intrusos de contenido típicamente obsesivo

  • SOLO EN ALGUNOS CASOS LOS PENSAMIENTOS INTRUSOS SE CONVIERTEN EN OBSESIVOS (solo entre el 1,5 y el 2,5% de la población general tiene TOC)

  • LOS PENSAMIENTOS INTRUSIVOS SE CONVIERTEN EN OBSESIONES CUANDO LA PERSONA:

    1. VALORA SUS PENSAMIENTOS INTRUSIVOS DE MODO DISFUNCIONAL

    2. CUANDO INTENTA CONTROLARLOS Y / O NEUTRALIZARLOS

Lo más importante del modelo es que se centra en las Valoraciones y Creencias, donde las interpretaciones catastróficas de los pensamientos intrusos son las que mueven al paciente a hacer esfuerzos exagerados de supresión y control. La valoración es el proceso mediante el cual la persona asigna significado, en este caso el significado que imprime es respecto al pensamiento intruso, en términos de su valor, importancia e implicaciones. En el TOC la VALORACIÓN del PENSAMIENTO INTRUSO es DISFUNCIONAL porque se valora de forma AMENAZANTE. No se lo valora adecuadamente, como un pensamiento y solo eso.

Las creencias son clave para el desarrollo y mantenimiento del TOC, por eso el trabajo psicoterapéutico apunta a ello.

Agrego algunos comentarios de mis pacientes sobre el beneficio de trabajar con Terapia Cognitiva Específica para TOC:

A mí me benefició trabajar primero cognitivamente las creencias para entender por qué sostenían mis obsesiones y por qué terminaba haciendo las conductas que hacía. Si había trabajado primero EPR no hubiera podido exponerme de la manera en que lo hice. «Es decir, trabajar cognitiva y luego conductualmente me toleraba evaluar la irracionalidad de mis creencias, sentirme segura de mí misma y actuar positivamente»

No pude dejar de hacer mis rituales hasta que no abordé la parte cognitiva del TOC, que me ayudó a sacarle el miedo a esos pensamientos intrusivos, hasta que entendí que el pensamiento es un pensamiento y que no tiene chance de fusionarse con la acción. Solo así pude hacer EPR y mis obsesiones hoy casi ni molestan “

Continuará!