la Terapia Cognitiva en los problemas de pareja
Hablar de suicidio en medios de comunicación. Un reto para periodistas y profesionales.
Written by Lic. Sandra Nohelí Castro
Durante mucho tiempo, el periodismo se encontró en la encrucijada entre evitar noticias que tuvieran que ver con suicidios consumados y la necesidad de comunicar, utilizando expresiones alternativas tales como: “muerte sospechosa…”, “muerte por…” (más el mecanismo que utilizó la persona para quitarse la vida), “muerte a sí misma/o”.
Posteriormente, numerosas investigaciones alrededor del mundo, detectaron un aumento en los casos de suicidio luego de la difusión de ciertas noticias que exponían la muerte de alguien por suicidio. Esto aumentó el tabú en relación a la temática y en torno a la palabra “suicidio”.
Sin embargo, actualmente, las campañas de prevención comparten la importancia de tratar este tema tanto como se pueda, en diferentes contextos, y que la idea de que hablar de suicidio lo multiplica, se trata de un mito que debemos derribar.
Lo cierto es que el suicidio no es una enfermedad (ni siquiera una enfermedad mental) ni tampoco algo que se “contagie o propague”; lo que ocurre es que algunas personas que vienen atravesando una o diversas
situaciones difíciles, sumado a dificultades para tolerar el estrés o emociones intensas, o dificultades para resolver uno o varios problemas y que, además, han pensado antes en la muerte como posible solución a la experiencia que están transitando, podrían tomar como referencia e imitar algunas conductas bajo la premisa de que la muerte les traerá resolución o paz para sí mismos o sus familias, en los casos en los que se autoperciben como una carga para su entorno. En síntesis, el suicidio es para algunas personas la puerta de salida a un sufrimiento intenso, determinado por múltiples causas. Y son los detalles del suicidio de otras personas, los que podrían generar el aumento de casos de intentos de suicidio.
Debemos tener en cuenta que el suicidio es una de las tres primeras causas de muerte en el mundo y no hablar de ello nos quita la oportunidad de poner el tema sobre la mesa, de debatir y socializar estrategias e información preventiva, de generar espacios de acompañamiento tanto para las personas que lo están considerando como para las personas que han perdido un ser querido por suicidio.
Entonces, hablar de esta temática en los medios de comunicación es todo un desafío. Sabemos que es un tema delicado y, a la vez, la importancia que tienen, en este ámbito, las historias que hay detrás de una noticia: el cómo, cuándo, por qué, para qué y particularidades de esa historia. Es ahí donde debemos limitar nuestra curiosidad y necesidad de mantener informada a la comunidad, no haciendo foco en lo distintivo de cada noticia sino manteniendo la prevención del suicidio como objetivo principal. No debemos evitar hablar de suicidio, sino más bien hacerlo con responsabilidad y cautela, sin dar demasiados detalles ni caer en el sensacionalismo.
Nuestro mensaje debe ser transmitido de manera descriptiva, no calificativa; es decir, apegándose a los hechos, sin juicios ni opiniones, evitando reproducir mitos y estigmatización al respecto. Especialmente, debemos cuidar de no satanizar a la persona que cometió suicidio, pues esto podría afectar terriblemente a sus seres queridos incrementando el sufrimiento y sentimientos de culpa.
De acuerdo con el Ministerio de Salud de la Nación Argentina, algunas pautas claves para tratar este tema en los medios, son las siguientes:
Los «SI»
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Trabajar estrechamente con autoridades de la salud en la presentación de los hechos y la interpretación de los datos estadísticos mencionando el origen de los mismos.
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Referirse al suicidio como un hecho acontecido o que una persona realizó.
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Presentar sólo datos relevantes en las páginas interiores de los soportes gráficos o digitales.
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En medios audiovisuales utilizar zócalos, gráficos o leyendo con datos informativos.
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Resaltar las alternativas al suicidio y difundir señales de riesgo para tener en cuenta.
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Proporcionar información sobre líneas de ayuda y recursos comunitarios.
Los «No»
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Realizar comentarios espontáneos que refuerzan el estigma, generan situaciones de alarma y no colaboran con el adecuado tratamiento mediático.
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Referirse al suicidio como un hecho exitoso que fue la solución para salir de un problema.
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Publicar la información en la tapa de un soporte gráfico o el home de un sitio web. No publicar fotografías o cartas suicidas.
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Describir detalles específicos del método utilizado, ni imágenes que ilustren los mismos.
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Realizar en los medios audiovisuales una cobertura repetitiva y continua del hecho. Evitar el uso de planos cerrados y movimientos de cámara que destaquen las acciones suicidas. Evitar el uso de recursos sonoros que generen un marco de dramatismo.
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Realizar dramatizaciones o imágenes ficcionales de un hecho suicida para ilustrar una información al respecto.
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Interpretar el hecho suicida como una conducta frente a los problemas o cambios sociales sin analizarlo con la complejidad que conlleva.
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Aportar culpas ni culpables.
Personalmente, considero que debemos afrontar el miedo a hablar de este tema en los medios, que todos podemos aportar un poco de esperanza desde nuestro lugar, siempre que lo hagamos informados responsablemente y con las precauciones necesarias para proteger la integridad de las personas involucradas, incluyendo familias, amigos y allegados.
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