Tenés la cabeza en las nubes” “¿Por qué te estás riendo solo/a?” “Bajá a tierra” “¿Por qué estás hablando solo/a?” “¿Me podés prestar atención?” “¿Otra vez te lo tengo que explicar”? “¿En qué estás pensando que te estás riendo solo/a?”

Ya sea que seamos niños/as, adolescentes o adultos, solemos fantasear con una gran variedad de temas: desde castillos, princesas, juguetes, amigos imaginarios, ganar la copa del mundo o la lotería, comprarnos algo que nos parece inalcanzable, hasta viajes, aumentos de sueldo, encontrar una pareja, entre tantos otros.

Pero, ¿qué sucede cuando estas fantasías y ensoñaciones se vuelven cada vez más recurrentes y ocupan una gran cantidad de horas en nuestras vidas? ¿Qué sucede cuando altera nuestra vida cotidiana, nuestras tareas académicas, nuestros trabajos o relaciones interpersonales?

Eli Somer, luego de tratar con varios pacientes que comentaban pasar muchas horas “fantaseando”, comenzó a hacerse estas preguntas y realizar investigaciones relacionadas al tema. Somer es un psicólogo y profesor de Psicología Clínica en la Facultad de Trabajo Social de la Universidad de Haifa que, actualmente se dedica a estudiar este fenómeno del que poco se habla pero que lo padece mucha gente: Maladaptive Daydreamig (MD) o Ensoñación Excesiva.

El presente artículo tiene como fin dar a conocer esta problemática que, actualmente, se encuentra en investigación para lograr arribar a un tratamiento eficaz.

¿De qué se trata la ensoñación excesiva?

La ensoñación excesiva se define como una actividad fantasiosa de carácter extensivo que, reemplaza la interacción humana e interfiere con distintas áreas de la vida: académicas, relaciones interpersonales, laborales, recreativas (Somer, 2002).

Las personas que padecen ensoñación excesiva pueden pasar horas y horas completamente absorbidas en sus fantasías o escenarios imaginarios (Somer, 2002); no solamente estando solos, también puede suceder en reuniones o estando con personas. Por ejemplo: viajando en colectivo, en un aula mientras se dicta una clase, caminando por la calle, escuchando música, viendo una película y muchos otros escenarios.

¿Cuáles son los temas más recurrentes en la ensoñación excesiva?

Somer (2016) refiere que, los temas por los cuales las personas fantasean, por lo general son relacionados al poder, a encontrar pareja, al reconocimiento académico, laboral o social, al poder adquisitivo, a tener habilidades sociales y una gran círculo de amigos, como también conseguir logros en distintas áreas importantes de su vida.

¿Cuáles son sus causas?

A pesar de la poca cantidad de información y estudios que hay del tema, Somer (2002) considera que las personas que padecen este fenómeno, han tenido una infancia caracterizada por una imaginación sumamente creativa, aunque circunstancias aversivas o traumáticas, serían una de las causas de esta problemática. Una de ellas sería el abuso sexual infantil.

Pero… ¿es un diagnóstico?

La ensoñación excesiva no se encuentra en ningún manual diagnóstico, por esto aún no ha sido reconocido como una patología mental. Pero, se lo asocia a múltiples patologías, tales como TDAH, trastornos de ansiedad, depresión mayor y el trastorno obsesivo compulsivo.

Actualidad

Somer continúa trabajando en su investigación con respecto a la ensoñación excesiva y, concuerda con diversos autores/as que han abordado la temática, que su potencial tratamiento sería la terapia cognitivo conductual junto con la toma de medicación. Debido a que, tanto para los trastornos del estado de ánimo como los trastornos de ansiedad a los cuales se lo asocia, la terapia cognitivo conductual es una de las más eficaces para su tratamiento y está avalada por evidencia científica.

En resumen

Durante toda nuestra vida fantaseamos con muchos temas o planes que nos gustaría lograr, con conseguir un buen trabajo, una pareja ideal, con hacer ese viaje que siempre quisimos hacer, con el título universitario en mano, con un mejor pasar económico, con tener amigos, con ser madres o padres, con tener un emprendimiento, entre tantos otros temas.

Pero! Cuando estas fantasías ocupan gran parte de nuestro día, cuando estos pensamientos duran horas y horas, nos quedamos en un lugar pasivo, donde difícilmente podamos lograr conseguir lo que tanto anhelamos y fantaseamos, ya que pasamos mucho tiempo en nuestra propia mente y no tomamos un rol activo para poner en acción lo que queremos lograr.

La terapia cognitivo conductual puede ayudar a lograr la resolución de problemas de una manera eficaz, logrando detectar y modificar aquellos pensamientos que no contribuyen a que logremos enfocarnos en el presente y tomar un rol activo en nuestras vidas.

No es bueno dejarse arrastrar por los sueños y olvidarse de vivir”- Albus Dumbledore (Harry Potter y la Piedra Filosofal)