Hay un momento en la psicoterapia que se vuelve fundamental encontrarnos con esta pregunta ¿Me mueven los miedos o los deseos y anhelos? Porque dependiendo de ella, probablemente nuestra vida tenga otra dirección. En este artículo, introduciremos el concepto de valores para nuestro “GPS” de la vida…

Cuando nos mueve el miedo

 

Que nos mueva el miedo es muchas veces muy adecuado. Si por ejemplo tengo que encarar un proyecto laboral nuevo (ponerme un comercio) será el miedo al fracaso quizás, el que me alerte de aquellas cosas que pueden poner en riesgo mi estabilidad económica (desde ahí tomaré recaudos para calcular la inversión, los gastos, los imprevistos, etc.). Quizá también el miedo me advierta de aquellas cosas que debo tener en cuenta para no ponerme en riesgo a mí mismo oa los que me rodean (el tiempo que estoy dispuesto a dedicarle, considerar que querré delegar, asesorarme en todo lo necesario, etc.) . Puede ser también un aliado para mostrarme aquellas cosas que debo superar, aprender, mejorar antes y durante el desafío (formarme en el tema, hablar con expertos, estudiar el mercado, etc.).Pero el miedo debe estar mezclado con el deseo de concretar mi proyecto, o por lo menos el deseo de intentarlo. Porque si no faltará la fuerza suficiente para el salto ¡Es un verdadero salto de fe! Pero ¿Qué pasa cuando no están claras esas cosas que me mueven, que me importan, que le hacen frente al miedo? Si esto no sucede, puedo llegar a quedar frenado, inhibido, desvitalizado y muy perdido en la dirección que quiero darle a mi vida. Desde la terapia ACT (terapia de aceptación y compromiso) uno de los puntos que se busca trabajar con los pacientes es que pueden moverse en su vida a través de “valores” y que eso se traduzca en “acciones comprometidas” . Esto favorece a la persona a desarrollar corajey por ende su miedo no se hace enorme, puede seguir avanzando.

Suárez

¿Cómo aclaramos valores?

 

Primero debemos ayudar a la persona a que se conecte con sus sensaciones, que explore sus emociones, que se defusione de su mente y pensamientos (a veces muy rígidos). En ocasiones nuestros pacientes llegan “disociados”, “desconectados” de su sentir y de sí mismos. Esto puede demandar tiempo… tiempo de enseñar a parar el piloto automáticamente y conectar con el cuerpo cuando algo importante está sucediendo. También pueden ser varios meses de ponerle nombre a lo que siente y validar que es parte de la experiencia humana “sentir lo que siente”. Con el transcurrir de los encuentros la persona se conoce más, seguramente puede validarse más y reconocer sus patrones conductuales (por ejemplo, que formas repite en automático para resolver problemas, que formas aprendidas utiliza para gestionar sus emociones, que situaciones de la vida lo tocan y enriedan en bucles de rumiación, etc.). Reconocer los patrones conductuales es un gran paso del paciente , porque lo lleva a la pregunta de: ¿Estoy eligiendo esto o solo lo repito? , ¿Me mueve una elección consciente o el piloto automático? Y si la palabra elegir empieza a circular en las sesiones, estamos listos para fomentar en el paciente el reconocimiento, la identificacion y el trabajo con los valores.

Cayetano-De-Arquer-Buigas

¿Qué son los valores?

 

Los valores son aquello que nos importa , que es valioso para nosotros, que carga de sentido a nuestra vida y que tiene carácter subjetivo, es decir va más allá de los valores morales. Tiene impronta personal y singular. Nos genera en el cuerpo una “sensación de expansión” conectar con lo valioso en nuestras vidas . A veces en chiste converso con mis pacientes que se parece al acto de detenernos en un canal mientras hacemos zapping. Puede haber “miles” de canales, pero me detengo en uno, algo me pasa con ese programa que me hace dejar de buscar por ese momento. “¡Identificar mis valores se parece a detenerse en el zapping de la vida!”, me río pensando que ¡ojalá fuera así de sencillo!, pero se debe mantener la esperanza porque no es un imposible.Y a medida que ejercitamos esta búsqueda, vamos entrenando esta capacidad. Entonces “poner un comercio” puede estar enlazado a infinitos valores: por ejemplo, independizarme económicamente, el deseo de socializar con otros, la motivación del simple acto de vender, el propósito de dar un mensaje más allá del producto o servicio que ofrezco (cuidado de la salud, cuidado del medio ambiente, entretenimiento, calidad, tranquilidad, etc.). Y eso probablemente convierta a “mi comercio” en “algo más que un comercio”. Obviamente más allá del ejemplo dado, en lugar de “comercio” se pueden poner todas aquellas cosas que se nos prohíben: vínculos, deporte, arte, actividades, conocimiento, profesiones, etc.

Clarificando valores para nuestro “GPS” de la vida …

 

Cuando los valores se van aclarando en la persona, es más fácil trabajar sobre acciones comprometidas. Como se refiere la Lic. Manuela O`conell (referente de ACT en Argentina) “Una acción comprometida es una elección de conducirse de una manera particular con un propósito. Lo que hacemos con los pacientes pueden ayudar a registrar que elegir. Y que cuando dichas elecciones están entretejidas con los valores es un lugar muy poderoso para posicionarse” “ Una acción comprometida implica entonces tomar patrones de acción cada vez más extensos guiados y motivados por los valores.La tarea es traducir los valores en patrones de acción y establecer el patrón de volver a nuestros valores sin importar la cantidad de veces que perdamos contacto con ellos”.

Según O`Connell: “ hay 4 pasos para las acciones comprometidas:

 

  1. Elegir los valores de un área prioritaria a seguir
  2. Desarrollar objetivos guiados por esos valores
  3. Tomar acciones concretas con conciencia plena
  4. Contactarse y trabajar con las barreras internas”

 

Barreras para conectar con lo que nos importa

 

Las barreras internas a un paciente trabajarán singulares en cada una, pero pueden estar relacionadas con cuestiones más generales. Por ejemplo: que la persona se plantee objetivos muy altos, excesivos y por ende esto requiere regular la velocidad, ir gradualmente. A veces se trata de repensar las herramientas que se necesitan aprender para ir concretando los objetivos. Esto hace a los objetivos “más realistas” y posibles. Puede suceder tambien que la persona este mas conectada con la evitacion de obstaculos , de malestar o de incomodidad, por ende, sera fundamental el trabajo en psicoterapia de la aceptacion. Conectar con lo que nos importa y construir acciones valiosas en nuestra vida, no será siempre placentero.Cumplir con el objetivo de “poner un comercio” no será “color de rosa” eso lo sabemos, pero se puede trabajar de formas efectivas y compasivas, en esta dialéctica de acción/cambio y aceptación.

Conectar con lo valioso

 

Qué bueno será que la dirección de nuestra vida sea más en conexión con lo valioso, que, con la evitación de malestar . Así nos volveremos a “corajudos”. Así el GPS que nos guie será el compromiso de vivir acorde a nuestros valores y el sentido de nuestra vida será generado por nuestras acciones. Y la psicoterapia será nuestro aliado en este proceso

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