Podemos encuadrar al grooming como una forma de ciber-acoso, comencemos entonces por conceptualizar al ciber-acoso.
El ciber-acoso o ciberbullying es el uso de medios de comunicación digital, ya sea mediante redes sociales o mensajes de texto, con la finalidad de hacer que otra persona se moleste, se sienta triste o tenga miedo, generalmente, de manera reiterativa. Estos podrían ser algunos ejemplos de ciberbullying : enviar mensajes para lastimar a una persona, publicar fotos o videos vergonzosos en las redes sociales o crear rumores en línea.
El ciber-acoso puede englobar varios tipos de acosos conocidos: como el acoso psicológico o Grooming.
La palabra grooming deriva del verbo inglés groom, que hace referencia a conductas de “acercamiento o preparación para un fin determinado”.
Generalmente, los groomers se hacen pasar por menores de edad para contactarse niños, estudian a la víctima conociendo cuáles son sus intereses, gustos, actividades, logrando de esta forma irse ganando su confianza y mediante técnicas de manipulación conseguir que les envíen fotos o videos comprometidos (de desnudos o actitudes sexuales explícitas) para luego distribuirlos o también para extorsionar al menor para que lo continúe haciendo. En el peor de los casos también hay un pedido de un encuentro personal.
La modalidad que implementan estos acosadores son el uso de «secretos» para atemorizar y controlar al niño con el objetivo de que se sienta avergonzado o culpable, y no denuncie el abuso.
Es muy importante que los adultos responsables tengamos presente que el menor es la victima de la situación, es fundamental evitar que se sienta culpable o juzgado por su accionar; se debe afrontar la situación con la mayor tranquilidad posible, haciéndole ver al niño o adolescente que él ha sido la víctima.
Las víctimas de grooming presentan algunas características comunes (Cañeque, 2014):
– Retraimiento social: se observan cambios en la manera de relacionarse, es decir, o hay una falta de defensa o una exagerada reacción ante supuestas bromas.
– Reserva excesiva para comunicarse con otros.
– Modificación en su lenguaje corporal ante adultos, observándose en ocasiones la cabeza baja, la falta de contacto ocular, rechazo a estar con adultos.
– Alteraciones en el rendimiento escolar.
– Cambios de humor: tristeza, apatía y desmotivación general.
– Explosiones de ira.
– Buscan ocultarse o apartarse cuando usan el celular.
– Pueden presentar miedo a salir de casa.
– Síntomas psicosomáticos como: dolores de cabeza, náuseas, mareos, ataques de ansiedad, lesiones físicas sin justificar o diarreas frecuentes.
¿Cómo prevenir el grooming?
Concienticemos a los menores sobre los peligros que existen en la red, sobre la importancia de no proporcionar imágenes o informaciones comprometedoras. Es importante que como adultos responsables tengamos una actitud proactiva respecto a la privacidad, lo que implica prestar atención permanente a este aspecto. A modo de barrera o protección extra es útil instalar un antivirus o softward de control parental en la computadora, para proteger a los niños situaciones imprevistas.
Evitando que el acosador logre conseguir el elemento de fuerza con el que da inicio el chantaje, el acoso es inviable. Para ello es recomendable que como adultos controlemos y supervisemos el acceso de los niños a internet. Mantengamos un diálogo abierto entre padres e hijos para crear un ambiente de confianza.
¿Cómo afrontar una situación de grooming?
Es fundamental si se han comenzado a recibir amenazas , en primer término lograr pedir ayuda, ya que se trata de una situación nueva y compleja que tiene una enorme carga para el menor, que pueda dirigirse a una persona adulta de confianza es clave , ya que le aportará tranquilidad. Como adultos responsables debemos promover la comunicación sobre el tema, podemos preguntarles qué hacen, si chatean con amigos, de qué hablan y cómo son estos amigos. Observar la actitud más o menos abierta del adolescente para hablar de este tema puede ser una señal útil para saber si algo está pasando.
Más allá de las intimidaciones no hay que dar lugar al chantaje de ninguna forma, ya que esto implicaría aumentar la posición de fuerza del chantajista, dándole mayor cantidad de material imágenes o videos.
Para limitar la capacidad de acción del acosador será necesario cambiar las claves, opciones de privacidad , perfiles de las redes sociales o juegos online.
¿Cómo intervenir?
Se debe buscar y recopilar la mayor cantidad de material que pruebe el acoso, pueden ser capturas de pantalla, conversaciones, mensajes. Todos los elementos que puedan demostrar las acciones delictivas del acosador y realizar la denuncia correspondiente.
Cada 13 de noviembre se conmemora en nuestro país el Día Nacional de la Lucha contra el Grooming, ya que ese mismo día se sancionó la Ley 26.904 que describe al grooming como un delito penal.
Dónde asesorarse y consultar
Equipo niñ@s contra la explotación sexual y grooming – LÍNEA 0800-222-1717. Es un servicio telefónico gratuito del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos las 24 horas, los 365 días del año, en toda Argentina. También por mail a equiponinas@jus.gov.ar