En la atención a la población infantojuvenil observamos con gran frecuencia la dificultad para la regulación emocional y conductual en adolescentes, sumados a otros factores de vulnerabilidad propios de esta etapa vital, se considera una etapa crítica para la atención y prevención del suicidio. Siendo este un tema tabú en la sociedad, se encuentra rodeado de mitos sobre qué hacer y cómo, el objeto de este artículo es tratar algunos de ellos, acercando nociones de promoción y prevención de salud mental.
El suicidio es un fenómeno transversal a diferentes culturas y grupos económicos, presentando mayor vulnerabilidad los grupos minoritarios, con bajos recursos económicos, con bajo apoyo familiar, experimentar situaciones de violencia física y sexual, así como carecer de redes de contención. Es un fenómeno a nivel global, que puede ocurrir en cualquier momento de la vida. En cuanto a la diferencia por sexos, los hombres presentan mayor tasa de suicidios consumados, mientras que las mujeres mayor cantidad de intentos. Así mismo, los grupos LGBT presentan mayor riesgo. Este evento involucra no sólo a quien lo padece, sino a todo el grupo familiar y social que lo rodea, tendiendo a presentar mayor probabilidad de desarrollar de trastornos del estado de ánimo y abuso de sustancias.
Es la segunda causa de muerte en el grupo de 10 a 24 años, después de los accidentes de tránsito. En su desarrollo influyen factores psicológicos, biológicos, culturales y ambientales. Desde el modelo de diátesis-estrés se explica el desarrollo multicausal del mismo: por un lado, diátesis implica factores de vulnerabilidad latentes, como impulsividad, baja tolerancia a la frustración, perfeccionismo, desesperanza, entre otros. Por otro lado, estrés se refiere a un evento contextual desencadenante a la ideación. Particularmente, esta etapa evolutiva de tránsito entre la niñez y la adultez presenta más sensibilidad y menor regulación emocional, junto con la exposición social a grupos de pares, la formación de la propia identidad e imagen corporal. Se plantea como un intento desesperado de aliviar un malestar emocional intenso, sin poder percibir recursos cognitivos y conductuales que prioricen la propia vida.
Algunos mitos al respecto del suicido:
– Si lo avisa no lo va a hacer
La mayor parte de quienes cometieron intentos de suicidio avisaron anteriormente o dieron indicios de su ideación. Por esto es importante tratar el tema, abrir un canal de comunicación con los adolescentes y brindar apoyo ante la posibilidad. Dentro del intento se observan diferentes etapas: ideación, planificación, planificación con acceso a métodos e intento suicida. El riesgo aumenta cuando mayor detalle y planificación hay en el mismo.
– Es común que a esta edad tengan momentos de tristeza
Debemos diferenciar la tristeza de la desesperanza. La tristeza es una emoción común a todas las personas en algún momento de su vida, tendiendo al retraimiento, presentar angustia, llanto y baja motivación. La desesperanza puede ser respecto a sí mismo y el futuro, es un indicio a prestar suma atención cuando la conducta de la persona lleva a perder interés en sus actividades habituales, sus vínculos, planes y autocuidado.
– Es una moda
El suicidio en adolescentes es un fenómeno que se incrementa año tras año a nivel mundial. Es un problema de salud pública a nivel global según la OMS, por lo cual se debe asistir al
– Solo los que sufren depresión se suicidan
El acto suicida no es exclusivo de quienes padecen un trastorno del estado de ánimo, así como no todas las personas con depresión presentan ideación suicida. Si bien padecer este trastorno se indica como factor de riesgo, la ideación suicida puede no estar relacionada o bien puede ser disparada por diferentes eventos del contexto.
– Si hablamos del suicidio podemos provocarlo
Una de las principales medidas de prevención y promoción a nivel mundial es establecer una comunicación clara sobre el suicidio. Preguntar a un adolescente si tuvo o tiene ideación suicida ayuda a modelar una comunicación asertiva sobre el mismo. buscar ayuda y tender redes de apoyo. Ante una persona que presenta ideación suicida se indica limitar y acompañar el acceso a material sensible, como series, donde se trate el mismo de manera explícita.
Para finalizar, es fundamental hablar abiertamente sobre el suicidio, brindar contención y validar a quien esté pasando por este proceso en los diferentes contextos sociales que forman parte de la vida, como las familias e instituciones educativas. Los mitos que hemos tratado anteriormente hacen de obstáculo en muchas ocasiones para brindar asistencia efectiva, en ocasiones precipitando los sentimientos de vacío, soledad y desesperanza en quien busca ayuda. Hablar sobre el mismo constituye un factor protector, para quien está en una situación de riesgo pueda incluir a su red de apoyo, además de contar con profesionales capacitados para la tarea.
Cuesta-Revé D. Aspectos epidemiológicos del suicidio en adolescentes. Rev Mex Pediatr 2017; 84(2):72-77.
[Epidemiological aspects of suicide in teenager
Pérez Barrero, Sergio A.
Los mitos sobre el suicidio.La importancia de conocerlos
Revista Colombiana de Psiquiatría, vol. XXXIV, núm. 3, julio-septiembre, 2005, pp. 386-394
Asociación Colombiana de Psiquiatría
Bogotá, D.C., Colombia