John Gottman es uno de los mas reconocidos terapeutas de parejas. Esto se debe, por un lado, a su extensa labor en la investigación y por el otro, a la creación de su método psicoterapéutico. El autor desarrollo su enfoque terapéutico basando su teoría en una sólida investigación científica realizada a lo largo de cuarenta años con más de tres mil parejas en 12 estudios diferentes.

Uno de los aspectos más destacados y originales de su modelo radica en el hecho de que comenzó sus observaciones desde una perspectiva opuesta a la mayoría de los enfoques tradicionales de terapia de pareja. Estos hacían foco y centraban sus estudios en averiguar que hacen mal las parejas que no funcionan. Por el contrario, Gottman, centro su teoría en datos empíricos basados en que hacen bien las personas que son felices en sus relaciones de pareja. Va a plantear que existen dos características principales que definen el estado de una relación:

El grado de amistad y la forma en que los miembros manejan sus conflictos. Resolver conflictos solamente termina siendo inútil si no existe un vinculo de amistad como base que sostenga la relación. Según refiere Gottman: “en la base de mi programa subyace una sencilla verdad: los matrimonios felices están basados en una profunda amistad. Los cónyuges se conocen íntimamente, conocen los gustos, la personalidad, las esperanzas y los sueños de su pareja. Muestran gran consideración el uno por el otro y expresan su amor no solo con grandes gestos, sino con pequeños detalles cotidianos” (Gottman y Silver, 2006, p 35).

Siete reglas de oro para vivir en pareja

A partir de sus investigaciones, desarrollo un esquema que representa los distintos niveles o principios que componen una buena relación de pareja y los clasifico de la siguiente manera:

  • Espacio cognitivo o mapas del amor: se refiere al área de la mente donde almacenamos toda la información relevante y cotidiana sobre la vida de nuestra pareja. Esta información se mantiene actualizada a medida que los hechos y sentimientos del compañero varían.
  • Sistema de cariño y admiración: los miembros de la pareja tienen presente muy a menudo aquellas características que admiran y respetan del otro.

  • Acercarse al otro: implica una demostración de compromiso, la predisposición a estar conectado y atento. Esta noción se liga al concepto de “cuenta bancaria emocional”. Gottman plantea que esta actitud es como depositar dinero emocional en una cuenta bancaria. Cada gesto devuelto, mirada, actitud o momento cotidiano compartido generan una red en la que los miembros podrán apoyarse en momentos de crisis.

  • Prevalencia de sentimiento positivo en la pareja: las personas exitosas en sus relaciones logran aprender a convivir con aspectos de la personalidad del otro con los que tienden a chocar y focalizarse en resolver aquellas cosas que sí tienen solución. En las discusiones pueden frenar a tiempo y así evitan que la negatividad aumente sin control.

  • Manejo de conflictos: como una pareja maneje los conflictos puede llevar a fortalecer esa relación o disolverla. El éxito o fracaso de esta gestión va a depender de tres componentes. 1- dialogo con los problemas perpetuos 2- resolver problemas solubles 3- alivio fisiológico. Todos los conflictos de pareja se clasifican en dos categorías; los que pueden ser resueltos o solubles y los perpetuos o irresolubles. Gottman plantea que el 69% de los problemas por los que las parejas discuten no tienen solución. Lo que importa es si la pareja puede establecer afecto positivo durante el dialogo o la discusión sobre los problemas perpetuos. Sino pueden sostener este tipo de dialogo el problema se estanca y lleva a altos niveles de afecto negativo o la falta total de este (desconexión emocional). Se trata de aprender a vivir con el problema, como se aprende a vivir y aceptar una dolencia crónica. Los problemas solubles, están vinculados a temas puntuales, la pareja puede pasar a discutir rápidamente sobre otros tópicos, dejando atrás el anterior, pueden debatir fuertemente e incluso a los gritos, pero suavizar el tema con humor y afecto y cortarlo a tiempo.

Una de las maneras en que las parejas logran salir del ciclo de la negatividad es evitando escalar en discusiones. Las conductas que se observa en estas personas se denomina intentos de reparación. Se trata de mensajes que un miembro envía a otro cuyo contenido transmite la necesidad de frenar la discusión o suavizarla. Son exitosos cuando el otro recibe dicha señal y acepta la necesidad de su cónyuge de detener la discusión.

  • Salir del estancamiento: se trata de apoyar al otro en el logro de sus sueños, unir los objetivos personales y acompañarse en el camino que los lleva a ellos. No se trata de tener el mismo sueño u objetivo vital, si eso sucede mucho mejor, sino de honrar y respetar aquello que le otro quiere alcanzar en la vida e intentar hacerle el camino mas llevadero. Como sostiene Gottman, tener los mismos intereses no garantiza la felicidad en la pareja. No se trata de renunciar a los sueños propios para que el otro logre los suyos, sino de acompañar, dar y ceder en algunos casos, ya que cada uno siente que el otro hace o haría lo mismo por el o ella.

  • Crear un significado compartido: la creación de una pareja implica el surgimiento de una nueva cultura. Las historias familiares, metáforas y filosofías de vida deben unirse a las del otro para crear nuevos significados que van a ser propios de esa relación. Se trata de crear un sentido de trascendencia, un “así hacemos las cosas en esta familia”.

Si este nivel y el anterior están presentes y solidos en la relación, refuerzan los primeros niveles, por lo tanto, la amistad se ve favorecida y a su vez la existencia de un fuerte vinculo potencia la mutua realización de los sueños personales y el sentido de trascendencia. Se genera un circulo virtuoso que retroalimenta positivamente todos los niveles de la relación.

Predecir la separación

Existen cuatro conductas que son tan nocivas para la pareja que Gottman denomino: “los Cuatro Jinetes del Apocalipsis”. La presencia de estas conductas anuncia el final de una relación. Se trata de la crítica, la defensividad, el desprecio y el amurallamiento.

  • Critica: se presenta como un ataque a la personalidad del compañero. Tiene un carácter global e incluye palabras negativas sobre el carácter o la personalidad de tu pareja. Va acompañada de adverbios como “nunca” “siempre” “todo” o “nada”. Es común escuchar este tipo de acusaciones: “nunca me ayudas en nada” “siempre el mismo egoísta”. Si una persona se siente atacada, criticada la reacción lógica será el siguiente jinete: la defensividad.

  • Defensividad: la actitud defensiva es un modo de culpar a la pareja. El mensaje que se transmite es: “el problema no soy yo, sos vos”. Esto no hace mas que agravar el conflicto por eso es tan peligrosa.

  • Desprecio: es el peor de los jinetes, existen tantas maneras de desprecio como parejas posibles, estas conductas incluyen, sarcasmo, insultos, burlas, etc. Es imposible resolver un conflicto cuando tu pareja esta recibiendo el mensaje de que estas disgustado con ella.

  • Amurallamiento: en las parejas donde las discusiones tienen un planteamiento violento, donde las criticas y el desprecio provocan una actitud defensiva, finalmente, uno de los miembros se distancia y esto anuncia la llegada del cuarto jinete. La persona evasiva actúa como sino le importara en absoluto lo que le otro dice, como si ni siquiera lo oyera. El malestar es tan grande que la única salida es la retirada.

Es importe tener en cuenta que todas las parejas en algún momento u otro recurren a estas conductas y esto no significa que la relación este en peligro. Sin embargo, cuando los cuatro jinetes se instalan como parte del repertorio habitual de la pareja los pronósticos son desfavorables.

Evaluación e intervención

Todos los conceptos presentados son el resultado de mas de 30 años de investigación por el autor. Estos nos dan información científica acerca del funcionamiento de las parejas. A partir de esto se ha desarrollado un modelo de tratamiento que consiste en una primera instancia, en un sistema de evaluación de la pareja que permite detectar cual es el estado de la relación, que niveles necesitan ser mejorados para luego realizar las intervenciones adecuadas. Esta evaluación le posibilita al terapeuta desarrollar un plan de acción que se le comunica y explica la pareja. Esto es fundamental para que la pareja sepa que va a pasar y por qué. Es importante tener en cuenta que, si bien este modelo presenta un formato estructurado, esto puede variar según las características de la pareja y de cada miembro en particular.

En función de lo evaluado en la etapa anterior, se pasa a una segunda instancia que es la de seleccionar las intervenciones adecuadas que respondan a las problemáticas y características de cada pareja. El objetivo general de las intervenciones será brindar herramientas para que la pareja las utilice y les permita desarrollar la habilidad para lograr que sus interacciones sean menos propensas a la separación.

Gottman desarrollo un modelo de intervención propio y particular cuyo objetivo es ayudar a las parejas en problemas a acercarse a aquello que hacen las personas que están satisfechas con su relación. Del entendimiento sobre qué es lo que hacen para ser felices, se desprenden modos de vincularse a los cuales la relación debería tender y formas nocivas de interacción que se deberían evitar.