Depresión Clínica

 

El Trastorno Depresivo Mayor es un diagnóstico que se caracteriza por ser un período prolongado de tiempo en el que se sostiene un ánimo deprimido la mayor parte del día, con una marcada incapacidad de experimentar placer y/o disfrutar de las actividades que normalmente resultaban interesantes. También se puede observar en quien lo padece: alteraciones en el peso, disminución o incremento del apetito, dificultades o cambios en el sueño, irritabilidad, angustia, cansancio, sentimientos de culpa, dificultades para tomar decisiones, pensamientos o intentos suicidas. Además, se tiene una evaluación negativa de sí mismo/a (baja autoestima), de su contexto y de lo que puede ocurrir en el futuro .

Activación Conductual

 

En este contexto, la persona ha dejado de tener conductas saludables que la conectaban con consecuencias positivas y gratificantes. Por ejemplo: deja de ver a sus seres queridos y/o falta a sus obligaciones laborales. Por otro lado, se incrementan las situaciones que le producen malestar y generan consecuencias negativas. De este modo, se produce un círculo vicioso en el que se incrementa más el aislamiento y la angustia . No participar de las actividades gratificantes genera un malestar que impide aún más realizarlas posteriormente. Así es como cada vez hay menos probabilidad de realizar actividades valiosas y significativas.

Activación Conductual permite que el consultor pueda identificar cómo se mantienen los síntomas depresivos y, por consiguiente, pueda adoptar progresivamente conductas saludables que lo ayuden a mejorar su estado de ánimo. Estas conductas no se eligen de manera azarosa ni predeterminada, sino que son aquellas que la persona solía disfrutar y que se alinean con sus valores y objetivos de vida. No requiere la discusión ni la modificación del contenido de los pensamientos.

Valores y direcciones valiosas

 

Cuando hablamos de valores nos referimos específicamente a aquellos definidos en el marco de ACT (Terapia de Aceptación y Compromiso) como direcciones valiosas deseadas que guían nuestro comportamiento. Son diferentes de los objetivos ya que estos pueden alcanzarse de forma concreta. Los valores guían distintos comportamientos y marcan un sentido.

El terapeuta adoptará una posición compasiva y sensible, pero a la vez directiva. Trabajará con el consultante para poder clarificar cuáles son sus valores y lo ayudará a determinar qué conductas son las que siguen las direcciones valiosas elegidas. De este modo, se alienta al paciente a que pueda ir conectándose progresivamente con aquello que lo acerca a vivir una vida valiosa. Por ejemplo: un valor puede ser “ser un hermano presente”, lo cual puede cultivarse de conductas como “llamar a mi hermano”, “ir a visitar a mi hermano”, “cuidar de mis sobrinos cuando mi hermano me lo pida”.

Es muy importante jerarquizar las diferentes conductas que acercan al consultante a sus valores ya que es probable que no todas le resulten igual de sencillas de realizar. También es importante descomponer las conductas complejas en otras más simples y más accesibles. “Irse a vivir sola” puede descomponerse en pasos previos más pequeños, tales como “organizar mis finanzas”, “ahorrar x cantidad por mes”, “consultar inmobiliarias”, etc.

Desarrollo de las sesiones

 

A lo largo de las sesiones se va a trabajar con un Formulario de Monitoreo Diario en el que el paciente va describiendo sus diferentes actividades durante la semana. El objetivo es que en este formulario aumente la presencia y/o frecuencia de actividades valiosas para el consultante. Sesión a sesión se trabajará sobre las dificultades que se presenten para que esto ocurra. A su vez se resaltará el valor del apoyo social y la importancia de construir una red de contención.

Tratamiento basado en la evidencia

 

Este modelo ha sido y aún es ampliamente investigado, arrojando resultados alentadores con la ventaja de ofrecer una capacitación breve, y más económica, para que los terapeutas puedan implementarlo.

Activación Conductual es actualmente uno de los tratamientos con evidencia empírica disponible para tratar la Depresión que se encuentra dentro de las recomendaciones de la guía NICE (National Institute for Health and Care Excellence) y adopta dos formatos posibles: BA (Behavioral Activation) y BADT ( Breve tratamiento de activación para la depresión). Este último también adopta una modalidad grupal.