¿Porqué enseñarles Mindfulness a los niños/as?

Blog, niñez y adolescencia, Terapia Cognitiva Conductual | 5 comments

En el último tiempo quizás hayas escuchado o leído el término Mindfulness, y puede que estés familiarizado con este concepto, que no tengas idea de qué se trata o que tengas alguna experiencia practicándolo. Si, por otro lado, tenés hermanos/as, primos/as, hijos/as, sobrinos/as, alumnos/as o niños/as conocidos/as a tu alrededor, quizás te resulte interesante saber porqué o para qué sería útil enseñarles Mindfulness a ellos y ellas.

Lo primero a saber sobre el Mindfulness es que, según Jon Kabat-Zinn (quien introdujo el Mindfulness como práctica aquí en Occidente), consiste en “la conciencia que surge de prestar atención, de forma intencional a la experiencia tal y como es en el momento presente, sin juzgarla, sin evaluarla y sin reaccionar a ella”. ¿Y esto por qué? Porque nuestra mente tiene algunos “poderes” que pueden sernos muy útiles y, a la vez, traernos muchos problemas.

La mente humana tiene la capacidad de “viajar en el tiempo”: podemos recordar sucesos pasados e imaginar escenarios hipotéticos en el futuro. Esta habilidad nos brinda una gran capacidad de adaptación; al mismo tiempo, puede ser fuente de un profundo sufrimiento, cada vez que nuestra mente queda “estancada” en el pasado, lo que nos puede generar sentimientos de tristeza, melancolía, añoranza…o cada vez que nuestra mente vive en el futuro incierto, evocando emociones como la ansiedad, el miedo, la preocupación

A su vez, nuestra mente emite juicios constantemente, con fines de supervivencia, ya que en situaciones de riesgo nos ahorra tiempo y energía poder “etiquetar” rápidamente un evento o estímulo. El problema es que nuestra mente utiliza este mecanismo de forma indiscriminada, en todo tipo de situaciones, generando juicios sobre los demás y sobre nosotros mismos, que muchas veces nos llevan a “resistirnos” a los hechos tal y como son.

Las prácticas de Mindfulness o conciencia plena apuntan a entrenar nuestra atención para volver, una y otra vez, al aquí y ahora, el único momento en el que podemos tener algún tipo de influencia, con una actitud de curiosidad, apertura y aceptación de la experiencia.

Existe una vasta evidencia empírica que demuestra los beneficios que tiene la práctica del Mindfulness para el bienestar de las personas, la salud física y emocional, la regulación de emociones, la toma de decisiones, la inhibición de los impulsos, la capacidad de razonamiento, las relaciones intra e interpersonales, etc. Estos beneficios se han encontrado tanto en población adulta como infantojuvenil.

Entonces…¿cuáles son los beneficios de la práctica de Mindfulness en la infancia?

Los niños están mucho más cercanos a ese estado de la mente de conciencia plena en el aquí y ahora, que se cultiva con la práctica de Mindfulness; tienen una habilidad mindful por naturaleza. Algunos beneficios de que los niños puedan practicar Mindfulness son:

a) Concentrarse mejor y entrenar la atención frente a las distracciones: Los niños aprenden a advertir cuándo su atención se va y se entrenan en su capacidad de volverla a traer al momento presente.

b) Favorece la autorregulación emocional, aumentando la paciencia y la tolerancia a la frustración, ayudándoles a identificar sus emociones y tranquilizarse cuando se sienten enojados o ansiosos.

c) Calmar el torbellino de pensamientos y evaluar las situaciones desde otra perspectiva: Una mente en calma es una mente clara y despejada, cuando aparecen pensamientos o emociones que nos desordenan y confunden, la mente se alborota y es muy difícil pensar con claridad. Mindfulness nos ayuda a tomarnos el tiempo para que los pensamientos y emociones “se asienten” y podamos volver a tener perspectiva sobre las situaciones.

    d) Activar los sentidos y la conexión consciente como el mundo, aumenta la curiosidad y la capacidad de estar presentes en el aquí y ahora.

    e) Identificar las emociones, conectar con el mundo interior facilitando la creación de estrategias para la resolución de conflictos.

    f) Sintonizar con los otros y desarrollar sentimientos prosociales como la compasión, la humildad, la solidaridad, la empatía, que repercuten positivamente en la confianza y la autoestima.

    Por supuesto que para que estos beneficios de la práctica del Mindfulness puedan ser aprovechados por los niños desde temprana edad, va a ser necesaria la guía y el acompañamiento (¿y por qué no? ¡La propia práctica!) de algún adulto que le sirva de referente y ejemplo, con quien poder compartir esta nueva experiencia.

    Existen múltiples recursos disponibles en Internet que acercan la práctica de Mindfulness a los niños y niñas: juegos, actividades, cuentos, videos, audios. Sólo es cuestión de estar dispuestos y curiosos para explorar juntos este nuevo mundo de posibilidades que ofrecen las técnicas de conciencia plena, tanto para adultos como para niños/as (¡y adolescentes también!)

    Ya sea que hubieras escuchado sobre esta técnica pero no supieras de qué se trataba, o que tengas alguna experiencia practicando, quizás consideres introducir a un niño o niña que conozcas al maravilloso viaje de la atención plena, sabiendo que podría ser el principio de una vida con conciencia, perspectiva, aceptación, paciencia, flexibilidad, ecuanimidad, salud física-mental y equilibrio emocional.

    “Es más fácil criar niños fuertes que reparar adultos rotos”- F. Douglass.

    Related Articles

    Related

    Ansiedad en la infancia

    En los últimos tiempos se ha incrementado la demanda en el consultorio infanto-juvenil sobre ansiedad en la niñez.
    Hablamos de ansiedad cuando los niños no superan los miedos y las preocupaciones típicos de los niños pequeños, o cuando estos (miedos y preocupaciones) son tantos que interfieren con las actividades rutinaria, como en la escuela o en el juego.

    read more